Frutas y verduras ¿de temporada?

Llegamos a la frutería de barrio, o al supermercado. Vamos con prisa, como casi siempre, como casi todos. Queremos algo de fruta y de verdura. Nos paramos ante los estantes y observamos. ¿Qué será de temporada?

Pero, ¿de qué hablamos cuando decimos «de temporada»? ¿Nos referimos a producción de proximidad? ¿O a producción, recolección y comercialización en el momento óptimo? ¿Es más sano, sostenible o económicamente solidario? ¿Tiene sentido preocuparnos por ello? Al fin y al cabo, ¿lo importante no es comer fruta y verdura?

 

 

Si buscamos en Internet encontraremos numerosos artículos que hacen referencia a lo saludable y sostenible de esta elección. Entre las definiciones que ofrecen sobre qué es la fruta y verdura de temporada muchos señalan que es aquella recogida en el momento óptimo de maduración, o aquella que crece de manera natural cuando el clima le es favorable, desde la siembra hasta la cosecha, llegando a mencionar que deben ser productos producidos sin invernaderos y en cuya distribución no se incluyan cámaras.

Sin embargo, pensar en la fruta y verdura de temporada como aquella que se siembra, recolecta y consume solo en la época del año que le corresponde por «naturaleza»,  y cuya distribución se realiza sin cámaras frigoríficas mediante, es quizá hoy en día algo reduccionista, o ingenuo, y nos aleja de los grandes avances de la ingeniería agrícolas que han permitido al ser humano estar donde está hoy.

Al fin y al cabo, los invernaderos llevan más de 2000 años ayudando al ser humano a despistar a las hortalizas para adelantar o alargar su producción. Y las cámaras frigoríficas facilitan la conservación de muchos productos que si no jamás llegarían a nuestra mesa. Además, que levante la mano quien no se haya comido un melocotón o un albaricoque recogido mucho antes de ese momento óptimo de maduración con el que se promociona la fruta de temporada. O quien no haya tenido en su cámara frigorífica doméstica (la nevera) fruta y verdura que desconoce cuándo dejó de ser fresca.

En cuanto a si es más sano comer fruta y verdura de temporada la respuesta rápida es decir que sí. Pero claro, comer fruta y verdura es saludable, independientemente de que sea de temporada o no. Que el calabacín fuera propio del verano y que ahora esté disponible todo el año, no lo hace menos saludable. Además, las frutas y verduras ultracongeladas conservan sus nutrientes incluso mejor que las que se guardan mucho tiempo refrigeradas.

Así que podemos comprar guisantes congelados si nos apetece un salteado. O pecar con unos espárragos peruanos en agosto.  O unas uvas chilenas en primavera para ir abriendo boca antes de la temporada apoteósica de la uva del Vinalopó, sin sentirnos excesivamente culpables. El impacto ambiental del trasporte es mínimo dentro de la cadena del suministro alimentario, tal y como refleja el gráfico de Our World in Data. Es más importante qué comemos que de dónde es.

 

Grafico obtenido de Our World in Data https://ourworldindata.org/environmental-impacts-of-food?insight=what-we-eat-matters-much-more-than-how-far-it-has-traveled#key-insights

 

Si pensamos en términos económicos, la fruta o verdura de temporada y de proximidad (producida a menos de 100 km del lugar de consumo), tendrá mayor impacto en la zona del consumidor.  Optando por productos de temporada y de proximidad seremos más económicamente solidarios con nuestros vecinos, que si lo que compramos es de fuera. Aunque esto no supone que tenga que ser ni más ni menos sano que otra fruta o verdura que venga de fuera, o que no pueda llevar meses en una cámara por muy local que sea la producción.

 

Entonces, ¿tiene sentido preocuparse por los productos de temporada?

A título personal diría que no más que de consumir fruta y verdura de forma habitual, ya sea fresca o congelada. Al fin y al cabo, gran parte de la fruta y la verdura fresca que podemos encontrar en el mercado es de temporada. Aunque no toda la de temporada sea local.

Quizá ese hincapié en la temporalidad de la producción es una forma más de llamar la atención de los consumidores sobre la sección de productos frescos, en un intento más de recordarnos que los productos frescos son más saludables que los procesados.

 

De temporada o de proximidad

Aunque a veces se mezclan o confunden ambos términos no son lo mismo. Mientras que de temporada está ligado a la estacionalidad de la producción, la proximidad se centra en productos cultivados en un rango de 100 km a la redonda.

Si disponemos de tiempo, nos preocupa la economía local/nacional y las implicaciones de las importaciones agrícolas sobre la producción agraria local/nacional, podemos fijarnos en la procedencia y prioriza los productos cultivados en nuestra zona.

Un producto de producción local tiene más probabilidades de ser de temporada y ser más fresco al pasar menos tiempo entre la recolección y la distribución. De esta forma ayudaremos a los agricultores de nuestra zona, y si compramos en negocios locales, al pequeño comercio.

Ahora bien, hay que ser realista. Muchos productos a los que estamos acostumbrados no se cultivan en cantidad suficiente a menos de 100 km de cada uno de nosotros. Además, acceder a redes de distribución de proximidad no es tan sencillo como podríamos pensar. Si bien en algunas zonas existen cooperativas de consumo, o mercadillos de agricultores, no todo el mundo tiene acceso. Incluso podría ser complicado que pudieran cubrir la demanda de toda la población si todos pudiésemos elegir de temporada y de proximidad.

 

¿Cómo saber qué productos son de temporada?

En internet podemos encontrar mucha información sobre la temporada de frutas y verduras. El proyecto Soy de Temporada es un gran ejemplo. Sin embargo, estos calendarios de temporada suelen basarse en datos nacionales, y no tienen en cuenta las diferencias climáticas de las distintas regiones que influyen en el tipo de fruta y verdura que producen, y que adelantan o retrasan las producciones.

Para los que vivimos en la provincia de Alicante y queremos un calendario de frutas y verduras de temporada con el que saciar nuestra curiosidad y mitigar nuestra ignorancia agraria, he elaborado estas dos opciones: una para frutas y otra para hortalizas. En ambos calendarios aparece la temporada de comercialización nacional y la de los productos cultivados en la provincia de Alicante.

Frutas de temporada

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Hortalizas de temporada

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Si descargas y abres los calendarios podrás observar con mayor detalle cómo las frutas presentan mucha más estacionalidad que las hortalizas. De muchas verduras y tubérculos hay comercialización prácticamente todo el año. Pero siempre hay una época más óptima, que es la que coincide con los puntos en verde.

No hay que volverse loco con la referencia a la comercialización de la producción de la provincia de Alicante. De muchos productos la producción es baja, por lo que será difícil por ejemplo encontrar caqui, melocotón, albaricoque, champiñones, espárragos o ajos alicantinos. Con las granadas, los nísperos, los limones, los nabos, el apio o el rábano, las posibilidades aumentan.

Desde la provincia de Alicante se comercializa casi el 80% de la granada que se comercializa en España, así como el 50% del níspero, el 31% del limón Berna y Mesero, y el 30% de la uva de mesa. En cuanto a las hortalizas, el 23% del nabo es alicantino, el 21% del apio, el 18% del rábano y el 14% de la calabaza.

 

De temporada en la Comunidad Valenciana

Si abrimos el alcance de la proximidad a la Comunidad Valenciana los diez primeros puestos entre las frutas frescas serían para el caqui, la granda, la mandarina Satsuma, la naranja dulce Navel Navelate, la Mandarina Clementina, mandarinas de otras variedades, la naranja dulce Navel Navelina, el níspero, la naranja dulce blancas Valencia Late y la naranja duce Sanguina. En cuanto a las hortalizas y tubérculos, destaca la chufa, 100% valenciana, seguida ya lejos del nabo con un 39% de la comercialización nacional, seguido de la calabaza, el rábano y la alcachofa.

La producción de cereales de la Comunidad Valenciana es mucho más modesta, destacando solo el arroz de la variedad Japónica, con el que la Comunidad Valenciana aporta casi un 24% de las toneladas comercializadas a nivel nacional. El resto de cereales son anecdóticos, y todavía más en la provincia de Alicante con aportes entre el 0,001% y el 1,4%. Sin embargo, para esta alma panarra fue una grata sorpresa saber que en la provincia se cultiva y comercializa avena, cebada, centeno, quinoa, sorgo, trigo duro, trigo semiduro y blando, o triticale.

 

Para saber más:

Si tienes curiosidad por las hectáreas sembradas de algún cultivo en particular, o por las toneladas de producción recolectada y comercializada, en la web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación cuentan con los datos agregados de 2014-2015-2016.

 

Nota:

Esta revisión la llevé a cabo para poder tener una postura propia sobre el uso y abuso de la expresión «producto de temporada». Si quieres modificar tu dieta, o buscas soluciones para un problema de salud, consulta a tu médico.